14.7.09

En este momento nada me importa, se que lo que tu pronuncias no son más que mentiras, se que tus te amo son vacíos, se que tus ojos no me miran, pero todo me da igual porque me haces bien… me hace bien estar junto a ti, poder sentir que algo es real, saber que estas aquí, que aun me recuerdas.
No me importa si es un momento, no me importa como eres, no me importa si realmente te interesa el hecho de lastimarme en este juego, déjame creer que es real, déjame disfrutar de tu inmadurez, esa que te lleva a ser dulce e inocente, tal vez tu defecto más grande… Y no, no te cambiaré, ni si quiera lo voy a intentar, no vale la pena, tan solo es un juego en el que puedo disfrazar con gran facilidad un defecto en virtud, una mentira en amor.
Hermosas, hermosas eran esas melodías que cantabas, en las cuales bailaba al compás de aquella que intentó creer, aquella que no importó cuanto sufrir, solo quería ser feliz por un instante, feliz junto a ti. Después de tres minutos te invité, entraste y te viste sobre un mundo incierto, rodeado de sueños sin cumplir, de recuerdos olvidados. No debes intentar huir, no lo hagas, quédate que no has visto nada aun, quédate, tengo mucho para dar, mucho que decir, que mentir. Si no lo haces, yo tampoco. Amarnos ¿Para qué? Claro está que los que aman sufren, y no hay tiempo para llantos, solo queda disfrutar, solo quiero perderme y algún día aparecer, sin ti, dejarte con facilidad y recordarte como un amor en vano, un falso sueño de lo que fue amor.

No hay comentarios: